Thermae Palace

El emblemático edificio de Ostende marca la costa desde el 28 de junio de 1933. Fue entonces cuando el rey Alberto I y la reina Isabel cortaron la cinta de inauguración de esta joya de estilo <i>Art Déco</i>, digna de una «reina de las ciudades costeras». Te encuentras un «Grand Hôtel», una piscina que se llena a diario con agua de mar fresca, baños turcos, baños de barro y salas de masajes. Se dice que el agua del manantial Alberto I que brotaba en la sala de beber ayudaba contra los trastornos gastrointestinales. Familias ricas y nobles de toda Europa encontraron el camino a Ostende. El monumento protegido está actualmente a la espera de una profunda renovación, pero aún puedes alojar y cenar allí. ¡Con estilo!